El 18 de julio de 1872, a los 66 años, en la Ciudad de México, falleció el licenciado Benito Pablo Juárez García, mejor conocido como Don Benito Juárez, presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. Hoy conmemoramos su legado y sus invaluables aportaciones a nuestra nación.
Nacido el 21 de marzo de 1806 en San Pablo de Guelatao, Oaxaca, Benito Juárez tuvo una niñez difícil, enfrentando la adversidad y la pobreza desde muy pequeño. Sin embargo, su determinación y espíritu de lucha lo llevaron a convertirse en un ícono de las instituciones republicanas y del Estado de Derecho.
Aportaciones a la Comunidad Indígena y Afrodescendiente:
– Justicia y Derechos:Benito Juárez, de origen indígena zapoteca, fue un ferviente defensor de los derechos de las comunidades indígenas y afrodescendientes. Abogó por la igualdad ante la ley, sin distinción de raza o condición social, sentando las bases para un México más justo e inclusivo.
– Educación y Oportunidades: Promovió el acceso a la educación como un derecho fundamental, entendiendo que la instrucción era clave para el progreso de las comunidades más desfavorecidas.
– Reforma Liberal: A través de sus reformas, Juárez buscó desmantelar los privilegios de las élites y establecer un Estado laico, donde todos los ciudadanos pudieran gozar de los mismos derechos y oportunidades.
Hoy recordamos a Benito Juárez no solo como un gran presidente, sino como un símbolo de resistencia y superación para todos los mexicanos, especialmente para las comunidades indígenas y afrodescendientes. Su legado perdura en cada lucha por la justicia y la igualdad.